Después de varios intentos fallidos por fin nos decidimos a intentar la Gran Facha. La previsiones decía que iba a ser una noche fría de Septiembre. Y efectivamente, las previsiones acertaron y fue una noche fría fría y con viento helador...
Bueno, al lío, aparcamos en el embalse de La Sarra en Sallent. Cargamos todo en nuestras mochilas, incluído tienda, saco, esterilla y menaje ya que nuestra idea era no dormir en el refugio.Desde La Sarra hasta Respomuso nos costó unas dos horas yendo ligeros. El camino transcurre por la GR11 y es realmente bonito y recomendable.
Cuando llegamos ya había varias tiendas montadas, buscamos un sitio bueno para plantar nuestra tienda y nos dispusimos a hacer el cenorro. Javi, como buen amante del comer, preparo la cena con amor. Pasta, y deliciosas tostadas de pan tumaca. Todo ello lo pudimos disfrutar acompañados de temperaturas bajo cero, y un viento que te helaba los huesos. Nos preparamos un té caliente y Javi aún tuvo el valor de aguantar el frío fumandose un pitillito. Yo decidí irme al pulguero.
Nos levantamos con las primeras luces, y con todo a nuestro alrededor helado. Desayuno y en marcha. El camino está bien señalizado y no tiene pérdida. El día soleado y frío, las vistas espectaculares. El embalse de Respomuso detrás, rodeados de bellas montañas y la Gran Facha delante.
La subida es bastante llevadera hasta el collado, bien marcado por una senda y por hitos. A partir del collado la subida se pone más interesante con una trepada sencilla aunque que piedra un poco descompuesta. Aquí, como de costumbre, hay hitos por todos lados, así que cada uno tira por donde puede.
Una vez llegados a la cresta final, la cosa se pone un pelín complicada debido al fuerte viento (helado) que nos azota. Seguimos los últimos metros con sumo cuidado y por fin llegamos a la cima.
Si no fuera por el viento, el día sería de 10. Preciosas vistas a nuestro alrededor!!
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