martes, 6 de noviembre de 2012

ETAPA 2: COLLADO JERMOSO - VEGA HUERTA.


DESNIVEL APROXIMADO ACUMULADO DE SUBIDA: 1150 MTS.
DESNIVEL APROXIMADO ACUMULADO DE BAJADA: 1200 MTS.

Antes de comenzar a describir nuestra segunda etapa por los Picos de Europa, me gustaría transmitir un sentimiento común de Alain, Gur y mío. Y es que esta segunda etapa la podríamos definir como la más dura que habíamos realizado hasta el momento, muy sufrida tanto física como psicológicamente, incluso podríamos añadir tintes épicos. Quizá os parezca exagerado hablar en estos términos, pero realmente nosotros lo sentimos así. Durante las 10 horas que nos costó completarla, hubo momentos para las risas, para los momentos de tensión y de nervios al cruzar un nevero un tanto peligroso, para la paz y tranquilidad al estar en plena naturaleza rodeados de sarrios, para el sufrimiento físico debido al calor, a la falta de agua y al desnivel, para el bajón psíquico y el "hasta aquí he llegado, no puedo más" y para la victoria y alegría al llegar, por fin, a nuestro objetivo.

 Era una mañana muy fría en Collado Jermoso (refugio Diego Mella, 2064 mts), tan fría que incluso la tienda tenía escarcha. Después de desayunar y recoger todo, nos poníamos en marcha para afrontar lo que iba a ser un largo y duro día. La primera etapa había sido relativamente suave y poco a poco íbamos comprendiendo el porqué. Esta segunda etapa la podríamos dividir en dos partes. Desde Collado Jermoso (2064 mts) hasta Cordiñanes (850 mts) y desde aquí hasta Vega Huerta (2043 mts). Lo más característico es el gran desnivel que tiene en muy poco recorrido, de ahí que sea tan duro.

 El descenso hasta Cordiñanes comienza con un tramo agreste, con algunos destrepes que ya te obligan a guardar los bastones en la mochila y tener las manos libres por lo que pueda suceder. Pasado ésto, caminamos por un sendero de tierra roja hasta llegar a la Vega de La Sotín (1450 mts), acompañándonos en todo momento el imponente Torre del Friero, aquel que escaló Calleja en Desafío Extremo. Tras atravesar un hayedo, llegamos a una senda tallada en roca llamada "La Rienda", desde la que ya se ve Cordiñanes. Aquí terminaba la primera parte de la etapa y, a su vez, dejábamos atrás el territorio del macizo central, para adentrarnos en el macizo occidental.

 No sabíamos cuánto nos iba a costar llegar hasta Vega Huerta, por lo tanto, no podíamos perder mucho tiempo. Después de reponer fuerzas con queso y jamón, nos poníamos de nuevo en marcha. Siguiendo la carretera que se dirige hacia Caín, se toma un camino que poco a poco comienza a ganar en altura. Conforme vamos avanzando, éste va siendo cada vez más vertical, obligándonos a parar cada poco tiempo para beber agua debido, también, al calor. Yo no había sudado nunca tanto como en aquel momento.

 Al terminar esta espectacular subida, llegábamos a una zona de pastos. A partir de aquí y hasta Vega Huerta, ya no era tan duro como lo había sido hasta entonces. A lo que nos enfrentábamos ahora era a las ganas que teníamos de llegar. Por mucho que seguíamos, no veíamos el refugio por ningún lado, "es ésto una broma?", pensábamos. Y la niebla empezaba a echarse encima. Pero justo entonces, en el momento de mayor desesperación por llegar, ahí estaba, con la forma parecida a un iglú, el refugio de Vega Huerta. Recuerdo el grito que pegué de rabia y el abrazo que me di con Alain. Poco después llegaba Gur, con su batalla personal a cuestas, cumpliendo con la orden que poco antes le había dado nuestro capi, "vas a llegar!", le había dicho éste, cuando en un momento crítico, nos confesó que no llegaba, que no podía.

Qué sensación de paz, de libertad, en medio de todo aquello, la pena es que tuvimos poco tiempo para disfrutarlo. Después de todo el día a base de barritas, cómo se agradecía una cena caliente para templar el cuerpo. Apenas había oscurecido y ya estábamos metidos en el saco, pensando en el homenaje que nos daríamos al día siguiente.
 
Os dejo unas fotillos.
 
                                               Así estaba la tienda cuando amanecimos.
 

                                                             Comenzamos a descender


                                                         Paradita en Vega de la Sotín.


                                                Poco a poco vamos llegando a Cordiñanes

                 
                                      La senda tallada en roca no apta para gente con vértigo


                                       Comenzamos a subir a Vega Huerta, menuda picarra.


                                                           Una compañera en el camino.


                                     Tras 10 horas de caminata, por fin estamos en el refugio.


                                                           Vigilándonos desde lo alto.


                                                                   Últimas luces del día.


Esto ha sido todo amig@s!!!!

6 comentarios:

  1. Imposible definirlo mejor, ertxo, así lo vivimos, menuda odisea épica. Bueno, lo único, es que cuando dije que no llegaba, era en broma, precisamente para darle un toque heroico a la historia,..., ¡ay no sufrí!, ¡ay no cabrón!

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  2. Bonita etapa si señor y muy bien relatada por Javiertxo. El sufrimiento de Gur siempre es inversamente proporcional a su disfrute de la montaña. Cuanto más sufrimiento más disfrute!

    Vaya viruja en el collado de Hermoso!

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    1. Personalmente creo que a sido la vez que más e sufrido en el monte!!!pero a la larga la satisfacción es muchísimo mayor...

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  3. Jabiertxo redacta como los grandes escritores.
    Gurb, falso, ahora te toca a ti la tercera etapa y solo quedan dos meses para acabar el año jeje

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  4. La verdad Jabiertxo que fue un etapón!!!
    Durísima!!!
    Ahora te toca a ti Gurbin...

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  5. Borja, falso tu p......, que no! Prometo que antes del 1 de enero a las 0 horas estará colgado el relato, aunque con esta presión ni Ken Follet oye!

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