Refugio de Pineta 1240mts. – Refugio de Tucarroya 2661mts.
Distancia: 11km
Desnivel: 1459 mts positivos – 30 mts negativos
Distancia: 11km
Desnivel: 1459 mts positivos – 30 mts negativos
Dormimos junto al refugio de Pineta, la suerte no se alió ni conmigo ni con Javiertxo que nos tocó dormir en la two seconds, la cual no estaba en las mejores condiciones, pero bueno salvo unos ruidos extraños emitidos por javiertxo en la madrugada como de cuarto milenio (creo que para luchar contra mis ronquidos) pasamos una buena noche.
Madrugamos mucho, recogimos nuestros pertrechos y una vez preparadas las mochilas empezamos a andar en dirección al balcón de Pineta. Aunque ya tenemos algo de experiencia en esto lo primero que piensas, por lo menos yo, es que a donde cojones vamos con tanto peso, si no vamos a poder hacer ni un puto kilómetro. Pero no, llevamos lo justo y necesario (cámara, libros,…,jaja), lo que pasa que para tanto día llevas la casa encima y entre una cosa y otra en vez de mochila parece que llevas un menhir a la espalda. Para este primer día el parte meteorológico era muy malo, había un riesgo alto de fuertes tormentas en el pirineo, por lo que durante el día estuvimos cautelosos y fuimos bastante ligeros. Durante unos tres kilómetros fuimos paralelos al río en dirección al comienzo de la subida. Al comienzo de la subida había un gran nevero, y por sus entrañas discurría un riachuelo formando un precioso túnel, un buen aperitivo como regalo para los días venideros. Comenzamos a subir y la cuesta se fue empinando mediante un terrible zig-zag. Nos juntamos a una cuadrilla de montañeros, que bajaban en dirección a Pineta, unos amigos y un padre y su hijo. El día anterior les había pillado una fuerte tormenta cuando intentaban llegar a Tucarroya y tuvieron que pasar noche en un refugio natural, debajo de una gran roca. Conforme íbamos ganando metros la niebla empezó a hacer acto de presencia hasta llegar a un punto en el que nos fue difícil seguir el camino. Un rato nos tocó hacer un poco de monte a través pero enseguida retornamos al camino. El llegar arriba fue un gran alivio, la verdad que como toma de contacto era una durísima subida. Después de reponer fuerzas nos pusimos en camino al refugio de Tucarroya, el cual ya no quedaba lejos. Entre grandes bloques de piedra llegamos al lago de Marboré (estaba parcialmente helado), justo debajo de Tucarroya. Este se veía pequeño, encajonado en una brecha en el monte, y piensas, quienes han sido los fieras que han conseguido hacer un refugio ahí. Ya nos quedaba muy poco pero aun teníamos un último escollo, sortear el lago. Primero lo intentamos por la izquierda con core marcándonos el paso pero conforme íbamos avanzando nos dimos cuenta que estaba imposible, la pendiente era muy fuerte y estaba muy peligroso. Retrocedimos y lo intentamos por la derecha con bastante mejor fortuna. Después de bordear el lago y tras un paso delicado llegamos al comienzo de una última y dura entrepada. A eso de las tres de la tarde llegamos a nuestro objetivo, muy satisfechos por estar ya a salvo, ya que la sombra del tiempo nos persiguió durante toda la jornada. Como primera etapa había sido preciosa y aun nos quedaba lo mejor, así que muy contentos. El refugio era pequeñito pero estaba muy bien montado, la verdad. Allí había unos catalanes que eran unos auténticos fieras, llevaban no se cuanto tiempo por el pirineo haciendo un GR alternativo y escalando y así. Se habían subido una pata de jamón al refugio,…, en fin, unos tios muy grandes. Comimos y enseguida de comer ya el tiempo dijo hasta aquí y rompió a llover y a granizar, fue un auténtico espectáculo, y a pesar de lo abrupto del terreno y de las condiciones meteorológicas ese pequeño refugio daba una seguridad como pocas veces he sentido. Después de comer jugamos un siete y medio, sin duda el juego de las travesías, por cierto, creo que en la general voy ganando yo ¡eh Dinami! .Ya bien pasada la tarde y en medio de la tormenta aparecieron unos diez montañeros calados pero calados. Menuda la que montaron los pájaros. Para cerrar el día una cena copiosa y pronto al catre que al siguiente día nos esperaba otra dura jornada.
Síntesis personal de la travesía
Esta travesía desde el punto de vista físico la disfruté mas que las de otros años, este año llegué mejor y se notó bastante. Quitando el último día, los pies me respetaron bastante, algo muy importante. Desde el punto de vista de la dificultad, hay que decir que este año dimos un salto cualitativo. Tuvimos unos cuantos pasos un poquillo delicados, donde yo sufrí un poquito de acojono pero bueno es lo que hay, algún día había que empezar. Por lo demás fue una travesía inolvidable, subí mis dos primeros tresmiles y vimos auténtico paisaje de alta montaña, increíble. Con mis compañeros y amigos, que decir, nos echamos muchas risas y compartimos sensaciones y vistas que no sientes ni ves todos los días. Y por supuesto espero seguir compartiendo muchas mas. UN SALUDO
Madrugamos mucho, recogimos nuestros pertrechos y una vez preparadas las mochilas empezamos a andar en dirección al balcón de Pineta. Aunque ya tenemos algo de experiencia en esto lo primero que piensas, por lo menos yo, es que a donde cojones vamos con tanto peso, si no vamos a poder hacer ni un puto kilómetro. Pero no, llevamos lo justo y necesario (cámara, libros,…,jaja), lo que pasa que para tanto día llevas la casa encima y entre una cosa y otra en vez de mochila parece que llevas un menhir a la espalda. Para este primer día el parte meteorológico era muy malo, había un riesgo alto de fuertes tormentas en el pirineo, por lo que durante el día estuvimos cautelosos y fuimos bastante ligeros. Durante unos tres kilómetros fuimos paralelos al río en dirección al comienzo de la subida. Al comienzo de la subida había un gran nevero, y por sus entrañas discurría un riachuelo formando un precioso túnel, un buen aperitivo como regalo para los días venideros. Comenzamos a subir y la cuesta se fue empinando mediante un terrible zig-zag. Nos juntamos a una cuadrilla de montañeros, que bajaban en dirección a Pineta, unos amigos y un padre y su hijo. El día anterior les había pillado una fuerte tormenta cuando intentaban llegar a Tucarroya y tuvieron que pasar noche en un refugio natural, debajo de una gran roca. Conforme íbamos ganando metros la niebla empezó a hacer acto de presencia hasta llegar a un punto en el que nos fue difícil seguir el camino. Un rato nos tocó hacer un poco de monte a través pero enseguida retornamos al camino. El llegar arriba fue un gran alivio, la verdad que como toma de contacto era una durísima subida. Después de reponer fuerzas nos pusimos en camino al refugio de Tucarroya, el cual ya no quedaba lejos. Entre grandes bloques de piedra llegamos al lago de Marboré (estaba parcialmente helado), justo debajo de Tucarroya. Este se veía pequeño, encajonado en una brecha en el monte, y piensas, quienes han sido los fieras que han conseguido hacer un refugio ahí. Ya nos quedaba muy poco pero aun teníamos un último escollo, sortear el lago. Primero lo intentamos por la izquierda con core marcándonos el paso pero conforme íbamos avanzando nos dimos cuenta que estaba imposible, la pendiente era muy fuerte y estaba muy peligroso. Retrocedimos y lo intentamos por la derecha con bastante mejor fortuna. Después de bordear el lago y tras un paso delicado llegamos al comienzo de una última y dura entrepada. A eso de las tres de la tarde llegamos a nuestro objetivo, muy satisfechos por estar ya a salvo, ya que la sombra del tiempo nos persiguió durante toda la jornada. Como primera etapa había sido preciosa y aun nos quedaba lo mejor, así que muy contentos. El refugio era pequeñito pero estaba muy bien montado, la verdad. Allí había unos catalanes que eran unos auténticos fieras, llevaban no se cuanto tiempo por el pirineo haciendo un GR alternativo y escalando y así. Se habían subido una pata de jamón al refugio,…, en fin, unos tios muy grandes. Comimos y enseguida de comer ya el tiempo dijo hasta aquí y rompió a llover y a granizar, fue un auténtico espectáculo, y a pesar de lo abrupto del terreno y de las condiciones meteorológicas ese pequeño refugio daba una seguridad como pocas veces he sentido. Después de comer jugamos un siete y medio, sin duda el juego de las travesías, por cierto, creo que en la general voy ganando yo ¡eh Dinami! .Ya bien pasada la tarde y en medio de la tormenta aparecieron unos diez montañeros calados pero calados. Menuda la que montaron los pájaros. Para cerrar el día una cena copiosa y pronto al catre que al siguiente día nos esperaba otra dura jornada.
Síntesis personal de la travesía
Esta travesía desde el punto de vista físico la disfruté mas que las de otros años, este año llegué mejor y se notó bastante. Quitando el último día, los pies me respetaron bastante, algo muy importante. Desde el punto de vista de la dificultad, hay que decir que este año dimos un salto cualitativo. Tuvimos unos cuantos pasos un poquillo delicados, donde yo sufrí un poquito de acojono pero bueno es lo que hay, algún día había que empezar. Por lo demás fue una travesía inolvidable, subí mis dos primeros tresmiles y vimos auténtico paisaje de alta montaña, increíble. Con mis compañeros y amigos, que decir, nos echamos muchas risas y compartimos sensaciones y vistas que no sientes ni ves todos los días. Y por supuesto espero seguir compartiendo muchas mas. UN SALUDO
CIRCO DE PINETA
VALLE DE PINETA
CRUZANDO NEVERO
CAMINO A TUCARROYA
REFUGIO DE TUCARROYA
CON ESTE PRIMER RELATO DE GUR, EMPEZAMOS A SUBIR LO VIVIDO EN AGOSTO DE 2010 EN ORDESA. ESPERO QUE OS GUSTEN!!
ResponderEliminarAUPA ONENAK MKT!!!
URTE BERRI ON
Bonito regalo el que nos trae Olentzero
ResponderEliminarYa era hora Gur jaja
empieza bien la cosa...me gusta!
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