jueves, 30 de diciembre de 2010

TRAVESÍA ORDESA 2010 ETAPA 5 POR JAVIER OTAZU

Refugio de Góriz 2200mts. – Refugio de Pineta 1240 mts
Distancia: 20 km
Desnivel: 1655 mts positivos – 2615 mts negativo

Afrontábamos el penúltimo día de la travesía (aunque después sería el último, tras hacer una reunión de sabios), con muchas ganas, ya que la noche anterior cenamos como dios manda un buen plato de garbanzos con todos los sacramentos en el refugio de Góriz. A las 6:30 sonaban las dianas y nos disponíamos a hacer el segundo 3000 de la travesía, Monte Perdido. La subida ya de por sí iba a ser más ligera ya que dejábamos todos los talabartes abajo en las tiendas, excepto una mochila con algo de comer y beber que kore, como un campeón, la subió y la bajó sin rechistar.

La ascensión fue preciosa, con pequeñas trepadas y destrepes, algo de nieve y hielo. Y en una de estas trepadas, llegó la anécdota del día. Gur tiró su bastón a Kore para que no le molestase al subir, pero con tan poco fuelle que se cayó por debajo de un nevero perpetuo, quedándose un pedacito de Gur en la falda de Monte Perdido para la eternidad. La escupidera estaba sin nada de nieve así que no hubo ninguna dificultad, lo único que en los últimos metros había que atravesar un nevero un poco peligroso ya que estaba helado y si te resbalabas ibas bastante abajo. Para las 10:15 estábamos en la cima, con unas vistas impagables, comimos algo, nos hicimos la foto de rigor y para abajo. No nos costó nada bajar, (sin mochilas es la ostia!!!) y a las 12:15 llegábamos a las tiendas.

En principio aquí se terminaba la etapa, el resto del día lo dedicaríamos a jugar al siete y medio y a descansar, pero tras hablarlo un poco, el comité de sabios decidió terminar la travesía ese día. De lujo, pensé, “me voy a poner de comer hasta el culo” Jeje. Ya no hacía falta dosificar la comida, todo para adentro que el alien del estómago necesita ser alimentado. Por delante nos quedaban otras 5 horas de caminata, que iban a ser más duras de lo que pensaba.

Lo peor de todo fue que nos pusimos a andar cuando más cascaba lorenzo, pero daba igual, estábamos disfrutando como niños. Muy bonita esta última etapa, siempre andando a un desnivel de unos 1500 metros sobre el refugio de Pineta. Tuvimos un rato grande que íbamos como a media ladera de un gran barranco, a una altura considerable. Más adelante mirabas para atrás y parecía imposible que por allí hubiese un camino, la pared se veía totalmente vertical. Todo este tramo fue más o menos llano hasta que llegamos al punto en donde se empezaba a descender todo ese desnivel hasta llegar a Pineta. Fue el tramo más duro. Las rodillas sufrían como nunca. Teníamos que bajar unos 800 metros en zigzag y la verdad que se hizo duro. ¡No había oído jurar tanto a Gur como en esos momentos! Jaja. Pero el tío aguantó como un titán, eso sí, prometió que en cuanto llegásemos al refugio tiraría las botas a un contenedor pero al final se hizo cacota.

A las 19:30 llegábamos al refugio, en donde habíamos dejado la furgo unos días antes. Cómo no, nos echamos una buena cervezota para el cuerpo y recogimos los bártulos. Se terminaba una gran travesía, una experiencia inolvidable. Después de todo el día andando, Kore aún tuvo fuerzas para pegarse una pechada de más de 3 horas conduciendo mientras los demás dormíamos y de madrugada llegábamos a casa sanos y salvos.

Experiencia personal.

Si tendría que definir la travesía en dos palabras, sería experiencia inolvidable. No comenzó bien ya que tuve algunos problemas con la mochila. Las correas no estaban muy bien acolchadas y llegué a Tucarroya con un dolor en los hombros impresionante. Sinceramente pensaba que así no podría seguir al día siguiente. Tengo que dar las gracias al doctor Eufemiano Lázkoz y las “sustancias milagrosas” que me suministró, ya que me salvaron la vida, además de las hombreras que me fabriqué y que fueron mis compañeras de viaje. De vez en cuando es bueno estar en sitios en los que la tecnología no funcione y puedas desconectar de todo, resetear cuerpo y mente, y a mí eso me vino de lujo. Destacar el momentico de Tucarroya, en el que estábamos jugando a cartas calenticos, mientras a fuera caían rayos y centellas. Como momento gastronómico, recalcar la cena de Góriz, madre mía, qué garbanzos…
En fin, que yo disfruté como nunca. Muchas gracias por esos días tan buenos que pasamos.

Salud compañeros!!

Aquí van unas foticos:
En la cima de Monte Perdido (3355 metros)























El jefe de expediciones




































Por esa senda tenemos que ir






















































Ultima bajada a Pineta


















































































































6 comentarios:

  1. Esta es mi versión buena de la travesía. Muy buen trabajo Alain, eskerrik asko!

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  2. muy buena javiertxo, ke gusto da leer estas palabras!

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  3. Agusto leyendo vuestras aventuras por los Pirineos. Otazu ¿antes no estaba esta misma etapa pero escrita por Alain y con fotos?
    Ponte unas fotos

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  4. he gozao leyendo vuestras andaduras! la verdad que la travesia es increible, lo tiene todo, y asi lo habeis plasmado con vuestras palabras!CHAPEAU!

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  5. Estaba escrita por mi, lo que pasa es que he modificado mi resumen y se lo mandé a alain a última hora cuando ya había publicado todas las etapas(perdona dinami!!!), y yo no tengo las fotos

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  6. Bueno chavales, me he reido mucho leyendo este relato pero sobre todo me he emocionado muchisimo recordando a la vez que leia todos los momentos que pasamos tanto buenos como malos. La verdad que ha sido una experiencia muy especial, hay ciertos lugares y sensaciones que hay que vivirlos y ya esta...;en cuanto a la convivencia que decir, muchas cosas buenas, alguna no tanto pero muchas risas. Yo no se vosotros pero vivir una experiencia así con mis amigos, con extraordinarios momentos pero tambien con feos, como experiencia de convivencia no tiene precio, creo que es algo profundo y especial. Espero seguir compartiendo estas vivencias durante muchos años. Ojala el año que viene se apunte mas gente, de verdad, yo creo que nadie se va a arrepentir, un saludo

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