MENDAUR (1.131 m.)

Muy buenas a todos/as,

Llevaba mucho tiempo sin escribir en este blog, tanto o más que lo que llevaba sin dar un paseo por el monte. Salir con buena compañía, estar entre preciosos paisajes, echar unas buenas risotadas para despejar la mente y llenar el estómago con una exquisita gastronomía, se había convertido en una necesidad vital y la verdad es que el día no defraudó.

Gorriz, Javi, Gur, Jota y yo fuimos al Mendaur en una mañana que nos planteó serias dudas debido a la niebla que cubría la zona. Surgió un plan alternativo como el de ir a las termas de Yesa, pero la fe de Gur en que el astro rey iluminaría nuestras cabezas nos hizo ser fieles a la idea de coronar una de las cimas más importantes del macizo de Cinco Villas junto al Erakurri (1.142 m.)

Hacia las 10:30 comenzábamos la ascensión desde Arantza. En todo momento el camino está perfectamente señalizado. Los primeros metros de ascensión transcurren entre bosques de robles, tan característicos de la navarra atlántica. Poco podíamos disfrutar del paisaje debido a la espesa niebla que nos acompañaba, hasta que llegamos al collado en el que ya se deja intuir la "mendaurko ermita", gracias al sol que apretaba con fuerza para hacerse un hueco entre la niebla.

El tramo entre el collado y la cima, lo llevamos a cabo entre un mar de nubes y el cielo totalmente despejado, que fue un premio para nuestros ojos. El lado negativo de la ascensión fue que lo hicimos en medio de disparos a las palomas y que nos dio algún que otro sobresalto. Tardamos unas dos horas en llegar a la cima y nos dispusimos a realizar uno de los mejores momentos del día, el almuerzo.

Nada más comenzar a bajar, la niebla nos fue comiendo de nuevo poco a poco, sin embargo, la temperatura era muy agradable, en torno a 20ºC. A las 14:30 llegábamos al coche y fuimos a comer al restaurante "Burlada" en el mismo pueblo de Arantza, por recomendación de Gur y Gorriz. La verdad que fue un gusto para nuestros paladares y terminamos de comer verdaderamente saciados.

Antes de poner rumbo a nuestra querida villa, hicimos una paradita en San Juan Xar, un rincón que merece la pena descubrir. Al final, un día perfecto, que espero que pronto se vuelva a repetir.

Pongo algunas fotos, que no son de muy buena calidad ya que las saqué con el móvil porque a ninguno se nos ocurrió que al monte hay que acudir con cámara.