El día no pintaba demasiado bien, amenazaba tormenta y tuvimos algo de lluvia por el camino. Tampoco nos preocupaba demasiado, siempre nos quedaba el "plan B", comernos unos huevos con jamón en el Roncal...
Aparcamos y oímos los truenos relativamente "cerca". Bueno, empezamos a andar, y si lo vemos crudo como tampoco hay que andar demasiado nos damos la vuelta.
La subida desde el paso de los navarros es realmente bonita, senda con una buena sombra de hayas, y entre sus hojas vemos que el día está levantando. BIEN!
Media hora con duras rampas por el bosque y salimos al collado desde donde podemos intuir la cima.
(la tormenta nos pasa rozando por la derecha)
A partir de aquí pedregal, kars y buenas simas. Un paisaje sorprendente y mágico en una de las cimas más emblemáticas de Navarra.
Una mirada para abajo y nos sorprende un buen grupo de Sarrios, sorprende verlos tan al occidente.
Últimos repechos antes de la cima.
(Gran sima, ¿Estará aquí el anillo? no nos acercamos a comprobarlo por si acaso...)
Por fin vemos la cima, y con ella decenas de monolitos con piedra.
Aprovechamos que se ha quedado un gran día para darnos una vuelta por la cresta de la cima, las vistas impresionantes.
Almorzar y para abajo.
Gran subida y no muy exigente, perfecta para iniciarse en las cimas pirenaicas.
Muy fino, a este monte le tengo ganas. A ver a quien engaño para ir en primavera.
ResponderEliminarQue no pare la cosa. En breve llegan los primero copos y habrá que darles la bienvenida
ke bonita peña ezkaurre! gran redaccion! la proxima por la cresta!
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